Cada reforma es una oportunidad. Un nuevo comienzo para repensar cómo usamos el espacio, cómo lo vivimos… y cómo lo iluminamos. Sin embargo, en demasiadas ocasiones, la iluminación se deja para el final. Se improvisa. Se conecta “lo que había”. Se pierde la oportunidad de transformar.
Hoy te contamos por qué las reformas son el mejor momento para apostar por una iluminación profesional, técnica y bien pensada desde el plano. Si estás por reformar un espacio público, una oficina o un edificio institucional, este artículo es para ti.
Reformar sin rediseñar la luz: un error caro
Muchos proyectos de reforma mantienen la instalación lumínica original. ¿La excusa? “Funciona bien”. Pero lo que no se ve, sí se paga: consumos elevados, ambientes mal iluminados y usuarios insatisfechos.
Un sistema de iluminación diseñado para una distribución antigua no se adapta a nuevos usos. Si cambias muros, abres espacios o modernizas funciones… tu luz también debe evolucionar.
¿Por qué es el mejor momento?
- Acceso total a la infraestructura: las paredes están abiertas, los techos accesibles. Cambiar cableado o luminarias no implica sobrecostes.
- Diseño desde el uso: podemos iluminar según nuevas zonas funcionales, aprovechando mejor la luz natural.
- Instalación optimizada: al hacer todo junto, evitas duplicar trabajos y costes futuros.
El impacto invisible (pero real)
Una buena iluminación mejora la productividad, el confort visual, la orientación del visitante y la percepción institucional del espacio. En edificios públicos, refuerza la sensación de seguridad y accesibilidad. En oficinas, ayuda a crear equipos más enfocados. En centros educativos, mejora el aprendizaje.
Lo que recomendamos desde ILS-ILUCA
- Diagnóstico técnico previo: evaluamos si tu instalación actual es eficiente y adaptada a los nuevos usos.
- Rediseño profesional: proponemos una nueva distribución y tipo de luminarias según la reforma.
- Implementación acompañada: trabajamos con el arquitecto o interiorista desde el minuto cero.
Caso real
Durante la reforma de una biblioteca pública en el Vallès, se redistribuyó la iluminación según zonas de lectura, entrada, actividades y descanso. Resultado: reducción del 28 % en consumo y mejora de la valoración ciudadana en las encuestas de uso.
¿Estás por reformar y aún no has pensado en la iluminación?. Es el momento de hacerlo bien. Escríbenos.
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